viernes, 19 de abril de 2013

Conexión Frontera



Sabías que iba a escribir sobre Ti,
no podía ser de otra manera.
Me demoré  más de la cuenta en encontrar las palabras
o en  aceptar el compromiso de rescatarlas- ligera-
de ese espacio increíble
donde  reside  lo eterno,
lo poco que vale la pena  de este ir y venir.

Me resistí como pude  a eternizar tu figura
y a asumir el desafío de rescatare -valiente-
abandonando insegura
el desapego total.
( la única religión que hoy profeso  con pasión)
desde que deje  la inocencia y aquellos viejos paradigmas
que nos hablan de obediencias,
que nos calman con certezas
y nos dan una estación,  en las grandes tempestades.

Si creyera en  el destino
- si confiara plenamente en los regalos divinos-
o en conexiones sublimes que te llegan sin razón,
no dudaría un minuto
en ofrecer a tu nombre y en inmolar sin temores
Chivos, coderos, castores
toda clase de elementos que dieran cuenta obligada 
de la magnitud  elevada  de tu figura señera
... y del guiño que mi hizo la vida
cuando te cruzaste al pasar.

Guardo las frases precisas
que pronunciaste  con calma
en esa tibia mañana, en La Frontera  lejana
guardo tu llanto y tu risa
los pantalones baqueros y aquellas   botas café
que me enfunde sin reparos para llamar tu atención.
Guardo la magia vivida,
los momentos que no fueron,
el pasto envuelto en rocío
y las mañanas de invierno
que quedaron suspendidas...
Guardo tu foto arrugada
y esperando tu visita,  en sueños inolvidables
guardo tu nombre en secreto
en un bolsillo pequeño que ya me cuesta cerrar





No hay comentarios:

Publicar un comentario